Para poder observar de cerca todas las cosas que estábamos aprendiendo, los niños de 4 años decidimos ir a pasar el día al zoo. Allí, tuvimos un monitor que nos contó muchas curiosidades de nuestros amigos de la sabana mientras recorríamos el zoo. Y nos dejó tocar una muela de elefante, un huevo de avestruz... e incluso los que nos animamos pudimos comprobar como la piel de la serpiente "Lucreia" era muy suave.