Después de Navidad, en nuestras clases apareció un huevo con una nota, lo metimos en agua y planteamos diferentes hipótesis sobre lo que podía suceder. Algunos creíamos que iba a salir un pulpo, otros un cocodrilo, una serpiente, un dinosaurio... Estas teorías nos dieron pie a investigar en internet con nuestra pizarra digital qué animales nacen o no de los huevos. Un vez roto el cascarón, aparecieron nuestros dinosaurios y nos pusimos manos a la obra: qué sabemos, qué queremos saber, que necesitamos para construir un rincón dónde jugar a los dinosaurios...
Ya hemos aprendido muchas cosas sobre estos animales extinguidos: son ovíparos, algunos son herbívoros y otros carnívoros, algunos son bípedos y otros cuadrúpedos, hay diversas teorías sobre su extinción relacionadas con meteoritos y volcanes, ya sabemos cómo se llaman los más conocidos... Pero aún necesitábamos aprender más cosas, ¿pero dónde podíamos ir? Las profes nos dijeron que en el Museo de Ciencias Naturales había huesos de dinosaurios y réplicas de sus esqueletos. Queríamos ir, así que los días 4 y 5 de febrero fuimos de excursión a ver el Museo y a hacer el Taller "Pon casa de Dinosaurio".
Además de disfrutar de la salida nos sorprendió mucho un dato nuevo que aprendimos de los dinosaurios: solamente son dinosaurios los terrestres, ya que los que volaban y los que vivían en el agua eran reptiles. Animaros a ir al Museo en familias para que los chicos os cuenten todo lo que ya saben sobre estos grandes animales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario