Dos días en la Granja

     Llevábamos mucho tiempo esperando este momento, haciendo carteles para nuestras camas, planificando la distribución de las habitaciones, imaginando lo que encontraríamos en la granja, haciendo la maleta con mamá y papá... ¡Y al fin llegó el gran día! 

    El lunes por la mañana llegamos con nuestras maletas y mochilas y nos pusimos  a marcha rumbo a la Granja El Jarama. Nada más llegar nos dijeron cuáles eran las normas de la Granja y quiénes eran los monitores. Después organizamos nuestras camas y colocamos las maletas.... ¡A algunos les gustó tanto la habitación que querían quedarse ya en las literas!

Después fuimos a ver a los animales y a darles de comer. A algunos nos persiguieron las ovejas, otros cayeron prendados de la cabrita bebé, y muchos se atrevieron  a alimentar al macho cabrío. 

 Fuimos a comer, a jugar un ratito y por la tarde comenzaron los talleres. 

Los talleres eran: 

- El proyecto Akha. En el que nos aproximamos a las tradiciones y estilo de vida de este pueblo de Thailandia. 

- La oveja y el proceso de la lana. En el que pudimos cardar lana, lavarla y hacer hilos. 

- Los establos y los animales. Donde observamos y dimos de comer a los animales.

- Labores agrícolas: en el que nos aproximamos al funcionamiento del huerto y regamos y plantamos una semilla.

- Senda ecológica por el Río Jarama: Una preciosa rutina acompañada del agradable sonido del agua y con un paisaje espectacular. En ella pudimos apreciar la flora y algo de la fauna de este paraje. 

 ¡¡Tras merendar llegó el momento de la ducha!! No tenemos fotos pero fue toda una experiencia, ¡sobre todo para las profes!

     Después de cenar tuvimos nuestra velada especial. Nos contaron la increíble historia del duende Jaramillo, que protege la granja cuidando de todos los animales, y... Salimos a buscarlo, a algunos nos daba un poco de miedo pero logramos superarlo... Y vimos a Jaramillo que nos prometió un regalito...

     Tras este momento mágico, nos fuimos a las habitaciones, nos pusimos los pijamas, nos lavamos los dientes y a las literas. Un poquito de charla, alguna cancioncilla y a dormir como lirones. 

     Al día siguiente madrugamos para comenzar la mañana. Después de vestirnos y lavarnos los dientes fuimos a desayunar y a continuar con los talleres. ¡Hizo un día espléndido!

   Y llegó la hora de nuestra comida de despedida... 

   Tras recoger nuestras maletas nos montamos al bus de vuelta, con pena por irnos y alegría por la gran aventura que vivimos con nuestros amigos y nuestras profes. ¡Estamos deseando repetir!